Hay un truco malévolo
que consiste en creer ser Dios.
Estar en todo,
y ser capaz de malearse en fusión
mágica
con cualquier elemento.

Un alquimista que
se adueña de la alusión a la vida
que ve a su alrededor.
Y con esta maraña de trampa y malintención,
pretende ser otro.
Usurpándole su destino.

Se esfuerzan,
pero simplemente
se quedan en un intento de camelar
la vil cruzada con que tratan de disfrazarnos el mundo,
poniéndole ropitas y caramelitos dulzones en la boca,
y creyendo que así nos vamos a callar.

Y se imaginan
su futuro del color del dólar,
con grandes mansiones
y pulidas señoritas de servicio,
que comen cuando el señorito decide.
Que viven cuando el señor quiere.

Es ante esa actitud inquisidora
contra la que me revelo.
Cuando siento ganas
de alzar la voz y gritar
que no es este el mundo que quiero
-tan desigualdad,
tan insolidario,
tan teledirigido-,
para mis hijos
y los hijos de mis hijos.

Ser un niño.

No perder esa mirada dulce que elucubra ideas geniales; que sueña con utopías fantásticas que hacen que todo lo que nos rodea sea algo más bonito.

Ese camelo, ese susurro a la vida, es lo que a mi me hace feliz. Hacerle cosquillas al viento, despeinarme y que los ojos lloren al contacto con la sal. Soñar un futuro contigo, soñar con despertarme a tu lado haciendote mía, siendo tuyo. Aspirar a ser el capitán del barco con el que navegas cada noche. Que me mires con ojos de pasión, mientras no sé, termino de leer Rayuela y te imagino como la Maga: desquiciada, genial, aturdida, viva, hiriente, sincera, sentimental.
Fumar juntos, hacerte el desayuno. Buscar una cálida sonrisa, como un hilo de luz, como el faro que guía a los hombres del mar. Quiero un destino contigo.



:)



a sonreir!

Me podrías decir como es que a través de tus ojos se puede divisar la estación en la que se encuentra tu cuerpo. Que no tiene porque ser específicamente la estación meteorológica en la que nos encontramos. Puedes ser Invierno en Verano, Otoño en Enero. Puedes incluso, como el paradigma de la libertad, disfrazarte de Agosto en Nochebuena. Es imposible atar tu mirar a un único punto. A un punto concreto. Divagas. Sueñas. Sientes y padeces, en esta virtud o flaqueza, en este juego de niños que crecen. Que creen que ya el futuro empieza a formar parte del presente.

Recupero este huequito....


Playa de las Burras. Gran Canaria. España.




:)








Todo el mar. Si, todo el mar. Todo el mar cabe en una sola ola, y no hace falta pensar en el océano sin límites para sentirlo recogido, íntimo y completo, en una sola de los millones de olas que se xpanden por las arenas de las palyas. Cuando yo digo "todo el mar", pued verme, sentirme encerrado, pero con toda su infinitud, en la bahía de Cádiz, que dentro de los ojos de mi memoria puede ser reducida aun sólo espacio azul y redondo en movimiento, punteado de espuma.

(...)

Ven ahora mar, y siéntate a mi lado, pues te voy a initar a un vaso de aguadulce y tal vez a unas frescas naranjas y limones, que quizá gusten a esos pececillos tuyos tan transparentes y veloces.

(...)






"Todo el mar". Rafael Alberti.

mi otro huequito...

Comienza un nuevo viaje por este mundillo que es internet...

Aquí iré poniendo pensamientos, historias, dudas, una especie de bitácora personal, canciones, poemas, etc..


:) espero que les guste